8 consejos para gastar menos calefacción este invierno

 

 

Llega el frío y con él, el momento de poner en marcha los radiadores en nuestra casa. En España, la calefacción representa el 47% de consumo de energía de un hogar, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), y por ello, conviene optimizar su uso y aprender de los trucos de los expertos para minimizar el gasto que supone.

En primer lugar, hay que revisar que el sistema y la calderas funcionan bien, purgar radiadores y después, instalar un termostato si queremos que el impacto económico sea el menor posible.

También ayuda un buen aislamiento del hogar tanto en su construcción como a posteriori con reformas y obras, cambio de ventanas o bien, mediante otros recursos más fáciles de instalar como burletes, persianas o alfombras.

Consejos de consumo

1. Purgar los radiadores. Antes de enceder el sistema, resulta conveniente purgar los radiadores para que funcionen de la mejor manera posible y así evitar que quemen más energía de la necesaria para producir calor. En la Organización de Consumidores OCU puntualizan que para saber si es necesario el purgado, se debe atender a si se escuchan ruidos raros en el interior del radiador o a si la parte superior está más fría que la inferior.

2. Caldera de biomasa. En IDAE recomiendan el cambio a la caldera de biomasa puesto que se pone en marcha con un combustible más barato y ecológico que los tradicionales. «La biomasa es una excelente opción para su combinación con energía solar térmica para producción de agua caliente, calefacción y aire acondicionado», según se explica en la Guía de la Energía de este organismo.

3. Revisiones en plazo. La revisión de la caldera es obligatoria cada dos años, mientras que la inspección completa de todo el sistema debe hacerse cada cinco años. Desde IDAE aclaran que las revisiones en plazo junto al purgado anual de radiadores permiten ahorrar hasta un 15% de energía al año.

4. Instalar termostatos y temporizadores. Desde Kelisto aconsejan programar la calefacción para que se ponga a funcionar antes de llegar a la vivienda o mantener la temperatura estable con un termostato, unas medidas que pueden conllevar un ahorro de de un 8-13% del gasto en calefacción.

De hecho, en IDAE recomiendan mantener la casa a 21 grados, ya que una temperatura de 21 grados es suficiente para que el ambiente sea confortable e inciden en que cada grado adicional hace que suba un 7% el consumo, lo que significa sumar 30 euros anuales a los recibos.

5. Solo en las habitaciones donde sea necesario. Los expertos de Lucera apuestan por usar la calefacción solo en las habitaciones o espacios que se utilicen a diario para evitar un derroche innecesario de energía. También creen que es mejor retrasar el encendido y recuerdan que muchas veces la primera reacción al frío suele ser encender la calefacción cuando, a veces, basta con abrigarse un poco más.

6. Apagarla de noche. En IDAE abogan por apagar el sistema de noche «ya que cuando estas acostado y arropado no es necesaria la calefacción y con 15-17ºC es suficiente para dormir confortablemente». Así, en IDAE consideran que apagar la calefacción por la noche y encenderla unos minutos antes de levantarse es «mucho más eficiente» que dejarla encendida mientras estamos dormidos.

«Mantener una temperatura fija -por ejemplo, 20ºC- precisa de un aporte continuo de energía por las pérdidas de calor que se producen en muros, techos ventanas o puertas, y que hay que compensar», aseguran desde la empresa de soluciones constructivas Sto.

7. Viviendas de consumo casi nulo. La construcción de este tipo de viviendas será obligatorio en España a partir de 2021. Al mejorarse el aislamiento térmico y la ventilación del aire interior, el ahorro energético en las viviendas de obra nueva llegará al 80% o al 90% en función de sus características.

Gracias a los sistemas de ventilación cruzada, en estos inmuebles no será necesario abrir las ventanas para ventilar y por lo tanto no se perderá calor del interior. Desde Sto también recalcan en asegurar el aislamiento térmico de fachadas, ya que permite reducir hasta un 70% de las fugas de aire con el consiguiente ahorro de energía.

8. Aislamiento manual. Si no dispones de una vivienda bioclimática, puedes optar por medidas de aislamiento manual como sellar puertas y ventanas o instalar burletes para evitar que se escape el calor y entre el frío.

También resulta útil el cambio de ventanas por unas con rotura de puente térmico y vidrio doble con cámara de aire intermedia, tal y como proponen los expertos de Sto. Elementos de decoración como alfombras también ayudan a retener el calor que se genera dentro del hogar.

Fuente: Periódico ABC

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