La venta de vivienda nueva crecerá por primera vez en nueve años

Los expertos recomiendan prudencia en las estimaciones, sin embargo, son conscientes de que el camino que ha tomado el sector es el del crecimiento. Tanto es así, que Bankinter prevé que en 2017 se materializará el cambio de tendencia más importante: el primer incremento en las ventas de vivienda nuevo tras nueve años consecutivos de retrocesos, «una vez que las casas que se terminen en los próximos trimestres se comercialicen y comiencen a paliar la escasez de oferta nueva actual», explica la entidad en su último informe sobre el sector.

Actualmente, la demanda de vivienda permanece alejada de unos máximos históricos superiores a 900.000 unidades anuales «que resultan inalcanzables en un contexto de elevado desempleo y nulo incremento de la población», indica el informe. Además, las ventas de vivienda nueva están en mínimos debido a la escasa actividad promotora y ausencia de nueva oferta.

Sin embargo, la demanda se mueve. Bankinter estima que las ventas totales de vivienda crecerán durante los años 2016 y 2017, lo que implicará alcanzar cifras cercanas a 500.000 casas anuales y encadenar cuatro años consecutivos de crecimiento. Concretamente, prevé que la demanda total de vivienda aumentará un 10% a lo largo de 2016 hasta superar las 440.000 unidades y crecerá a ritmos cercanos a 6% hasta las 470.000/480.000 casas en 2017.

Esto será posible gracias a cuatro factores clave. España se encuentra en un momento de ciclo expansivo y por tanto de reducción del desempleo, que será precisamente «uno de los elementos más influyentes sobre la demanda de vivienda», indica el informe.

Las mejoras de las condiciones de financiación también tendrán su importancia. «La política monetaria del BCE seguirá siendo un catalizador clave. La combinación de un Euribor 12m cercano a 0% y los estímulos a la concesión de crédito seguirán respaldando la demanda de vivienda».

Por otro lado, el contexto de mercado actual sitúa a la vivienda como una de las escasas alternativas de inversión que permiten obtener rentabilidades superiores a la inflación en el medio plazo. «Esto hará que se mantenga como un objetivo destacado en el radar de los inversores».

Finalmente, Bankinter hace referencia al impacto limitado del Brexit. La entidad reconoce que supondrá un freno a la demanda de vivienda vacacional en España por parte de los británicos debido al mayor coste de adquisición por la depreciación de la libra y la incertidumbre acerca del acceso al sistema sanitario y las pensiones. Sin embargo, no cree que suponga un obstáculo al crecimiento de la demanda total, ya que los compradores británicos generan el 21% de la demanda extranjera, pero «no existen razones para pensar que el 79% restante no vaya a seguir creciendo como ha sucedido desde 2010».

Además, la menor demanda de vivienda de lujo en Londres tras el Brexit puede desviar parte de esas compras por parte de ciudadanos no comunitarios a ciudades como Madrid o Barcelona.

Actividad promotora

La reactivación de la actividad promotora todavía no es una realidad tangible, según la entidad. «La parálisis constructora durante los años más duros de la crisis ha provocado que el número de viviendas terminadas en 2016 se sitúe por debajo del umbral de las 50.000 unidades, lo que supondría igualar el mínimo histórico de 2015».

Aunque en este segmento es difícil realizar estimaciones debido a que las estadísticas oficiales de viviendas iniciadas se están publicando con nueve meses de retraso, Bankinter cree que los principales indicadores adelantados del sector sugieren que la promoción de vivienda volverá a repuntar.

Por un lado, destaca la formación bruta de capital fijo en construcción, que está creciendo a una tasa interanual de 3,1 por ciento y acumula ocho trimestres consecutivos de repunte. Además, también será un factor dinamizador de la construcción el hecho de que el stock oficial pueda situarse a finales de este año en niveles inferiores a 500.000 viviendas nuevas por primera vez desde 2007.

Por otro lado, los visados de obra presentados en los Colegios de Aparejadores para construcción de vivienda cerraron 2015 con un repunte de 38 por ciento y aumentaron 54,8 por ciento en el primer trimestre, «lo que nos daría una proyección cercana a 60.000-65.000 visados de obra nueva para construcción de vivienda en 2016. Esta cifra sería el mejor dato desde 2011 y tendrá una repercusión positiva en la construcción durante 2017», indican.

Artículo Original: El Economista

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